Domingo 5º de Pascua Ciclo A – 7 de mayo de 2023
Primera lectura: Hech 6,1-7 | Salmo: Sal 32,1-2.4-5.18-19 | Segunda lectura: 1Pe 2,4-10 | Evangelio: Jn 14,1-12
El texto evangélico de este Domingo está tomado del largo discurso de despedida de Jesús que va, en el Evangelio de Juan, desde el capítulo 13 hasta el 17 inclusive. El Señor se despide de sus discípulos antes de su glorificación, antes de su Pascua.
Propongo tres puntos para la reflexión de este Quinto Domingo de Pascua sintetizados en tres palabras: INQUIETEN, SOY, DINAMISMO.
- “¡No se INQUIETEN!”
- “Yo SOY el Camino, la Verdad y la Vida”
- El DINAMISMO de la fe
- “¡No se INQUIETEN!”
En la inicial invitación de Jesús a no INQUIETARSE está el verbo griego tarasso que tiene una muy rica significación. Lo que aquí se traduce por “no se INQUIETEN” tiene además los siguientes matices: agitar el interior, crear inquietud y desorden, confundir, despertar los problemas. ¡Cuánto para actualizar en nuestra vida hoy! ¡Cuántas son las cosas que nos “INQUIETAN” con todos esos matices! Es interesante esto de despertar los problemas… Muchas veces pareciera que existen personas que no pueden vivir en paz, no pueden vivir sin problemas y cuándo no los tienen los buscan o los inventan. Jesús de forma soberana hoy nos recuerda a nosotros: “¡No se INQUIETEN!”.
¿Qué situaciones me “INQUIETAN” hoy? ¿Cuáles son mis preocupaciones más profundas? ¿Qué agita mi interior? ¿Qué circunstancias hoy crean INQUIETUD y desorden en mi corazón? ¿Estoy confundido…?, ¿en qué temas…?, ¿por qué motivos…? ¿Busco “despertar los problemas”? ¿Vivo agrandando o “inventándome” problemas?
2. “Yo SOY el Camino, la Verdad y la Vida”
Para no inquietarse, como Jesús nos pide, lo único que se nos pide es creer en Él que se define con el “Yo SOY el Camino, la Verdad y la Vida”. ¡Qué bella autodefinición de Jesús que se nos regala en este versículo 6! Este “Yo SOY…” es todo un desafío para nuestra captación del Misterio de Dios. Cada uno de los tres términos daría para mucha meditación y oración. Simplemente invito a pensar en el Camino como lo propio del lugar del crecimiento, la maduración y la paciencia. El Señor es Camino y, a la vez, compañero de camino en nuestras idas y vueltas en la vida como contemplábamos con el camino de los discípulos de Emaús en Lc 24 hace dos Domingos atrás. El camino es más que una serie de recomendaciones o indicaciones para llegar a un lugar. El camino es el mismo espacio que hay que transitar, el Camino con mayúsculas es el Resucitado. El Señor es la Verdad en cuanto que es firme, sólido, estable y seguro… es totalmente fiel y confiable. ¡Si comprendiéramos realmente que Él es la Verdad de cuántas situaciones de inquietud nos liberaríamos! Por último, es la Vida: el texto bíblico no usa el término griego bios que significa la vida biológica, tampoco usa psije que representa la vida anímico-psicológica. La Palabra de Dios utiliza en este texto zoen que expresa la Vida en su totalidad, la Vida espiritual que abarca, sostiene e inunda las otras formas de vida; la Vida que es Jesús el “Yo SOY…”.
¿Cuál es mi reacción ante las “inquietudes”? ¿Descubro que Jesús hoy se me presenta como el “Yo SOY el Camino, la Verdad y la Vida? ¿Dejo que Jesús Camino me acompañe con su misericordia y paciencia en el camino de mi existencia? ¿Cuántos caminos diversos se me presentan a largo de mi semana? ¿Busco elegir bien, optar por el único Camino? ¿Permito que Jesús Verdad sea mi refugio seguro, firme y estable? ¿Dejo que el Señor sea la única Verdad de mi vida? ¿Cumplo el mandamiento, no mentir, en lo pequeño y en lo más grande también? ¿Descubro que el Señor es la Vida que renueva constantemente nuestra vida? Ante mis experiencias de muerte, sobre todo la muerte del pecado: ¿Dejo que Jesús se me revele como “Yo SOY la Vida” en mi corazón? ¿Vivo mi presente como preparación a la Vida Eterna?
3. El DINAMISMO de la fe
En el texto bíblico de hoy existen muchos verbos. Teológicamente sobresale el verbo creer que se repite seis veces en el relato. Lo interesante es que también están presente otros tres verbos que en el Evangelio de Juan están vinculados con el verbo creer: ir y venir (seis veces), conocer (cinco veces) y ver (tres veces). Estos tres verbos expresan con claridad que el creer, el tener fe es una realidad profundamente DINÁMICA. Muchas veces se piensa en la fe o en el creer como algo muy estático y monolítico. Jesús, en este texto deja patente que no es así. La fe participa del DINAMISMO del conocer, del ir y venir en la relación con el Señor y en el ver con los ojos de creyente. El verbo conocer es en griego gignosko que no solo es un conocer intelectual. Gignosko es un conocer integral, total y experiencial. Conocer en griego es hacer experiencia de encuentro con. Esta es nuestra fe, así es nuestra fe: viva, DINÁMICA y experiencial.
¿Capto el DINAMISMO de la fe? ¿Cómo está mi fe hoy? ¿Creo realmente que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida? ¿Soy un hombre, una mujer de fe? ¿Cómo es mi experiencia de fe? ¿Monolítica, estática, atada a las “formas”…? ¿Mi creencia religiosa es solo por costumbre o simple “tradición”? ¿Qué puedo hacer para que mi fe sea más DINÁMICA? ¿Busco realmente “conocer” a Dios? ¿Hago experiencia de encuentro con el Señor en mi vida de fe?
+Mons. Gabriel Mestre
Obispo de Mar del Plata
Argentina
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