ESPIRITUALIDAD EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Compartimos la publicación que el Pbro. Lic. Ezequiel Kseim, Canciller de la Diócesis, Presidente de la Fundación Cardenal Pironio y docente de la EUT, realizó en el Boletín Digital “Evangelización y Catequesis” de Bogotá (Colombia), para reflexionar en este tiempo tan particular que estamos viviendo.

Cuando hablamos de espiritualidad, no podemos reducirla a las devociones que ayudan a nuestra oración en algunos momentos puntuales del día, sino que esta vida, atraviesa todas las áreas de nuestra cotidianeidad y está presente a lo largo de todo el día porque ella, es la misma vida que el Espíritu Santo va realizando en el corazón de los creyentes y manifiesta el vínculo amoroso que hemos forjado con el Padre Dios.

La invitación a “quedarnos en casa”, puede que nos haya creado una cierta tensión entre la vivencia de la fe individual y comunitaria, y es allí dónde podemos descubrir muchas posibilidades para que esa vivencia sea fruto de una comunión más global y enriquecedora y más comprometida en la inmediatez.

Por un lado sólo se pueden visitar los templos más cercanos, realizar el apostolado más urgente con los hermanos más necesitados, y en la mayoría de los lugares prevalece aún la posibilidad de comulgar únicamente espiritualmente, y por otro lado, podemos participar de reuniones formativas, retiros y celebraciones junto a hermanos de cualquier latitud mundial.

Podemos por ejemplo estar en la Adoración Eucarística en la Basílica de la Anunciación en Nazareth o celebrar la misa dominical en la Parroquia de nuestra niñez, es la experiencia de vivir la Iglesia Universal, estamos compartiendo con otros cristianos que se encuentran a miles de kilómetros y es bueno vivir estas experiencias con espíritu agradecido.

Siguiendo la invitación que nos hace el Señor en Mt 6,6: “Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu habitación y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”. El tener que quedarnos en casa nos ayuda a entrar en nosotros mismos, hacer la experiencia de “habitar” nuestro ser, emociones y sentimientos, de adentrarnos en el autoconocimiento siguiendo la propuesta de San Agustín: “Conócete, acéptate, supérate”, “Conocerme a mi Señor y conocerte a ti”, “Tú estabas dentro de mí, y yo fuera”. Así podemos tomar decisiones maduras, discernidas en esta intimidad con el Señor, aceptando realidades con las cuales quizá muchas veces nos peleamos, asumiendo, perdonando, integrando las propias sobras. Podemos crecer de una identificación con el ego que nos devuelve una falsa imagen del verdadero “yo” a la esencia que nos hace ser nosotros mismos reconociendo esa originalidad del carisma propio y nos lanza creativamente al servicio de los demás.

Este marco espiritual nos puede ayudar también a descubrir que muchas veces hemos estado de “turismo espiritual”, recorriendo superficialmente y saltando de experiencia en experiencia religiosa, y nos ofrece la posibilidad de profundizar y pasar a ser verdaderos “peregrinos” aún dentro de las paredes de nuestra casa, porque no es el viaje lo que nos hace peregrinos, sino esa actitud interior, de salir de nuestra propia comodidad, de ponernos en camino, de una fe que busca siempre el “encuentro” que es capaz de transformar nuestra vida. El peregrino sabe a dónde va, a qué va, con quien va y a quién va a encontrar.

Por eso te invito a hacer esta experiencia, te propongo aquietar mente y cuerpo para experimentar el estar “aquí y ahora” delante del Señor, sin agitaciones ni alteraciones como nos enseña Jesús de en Lc 10,42: “María ha elegido la mejor parte, la que no le será quitada”. Sin dejar que preocupaciones futuras perturben el espíritu, mente y corazón. Ocupándote de aquello que es posible hacer cada día, y estarás así ocupándote bien del futuro, que nos desafía con una “nueva normalidad”.

Pbro. Lic. Ezequiel E. Kseim
Mar del Plata – Argentina
Junio – 2020

Fuente: Centro Fuego Nuevo, EVANGELIZACIÓN Y CATEQUESIS, Nº 59 – Versión Digital, Bogotá, D.C., Colombia. Junio 2020. http://www.nuevaevangelizacion.com.co/