Institucional
Basílica de San Pedro y Santa Cecilia
Inaugurado el Bristol Hotel e iniciadas las temporadas veraniegas que consagraron a este pueblo como único balneario del país, la gran afluencia de distinguidas damas de la primera sociedad de la República hizo que durante los meses del verano la pequeña Capilla Santa Cecilia no fuera lo suficientemente espaciosa como para contener a todos los feligreses. Es así como el 25 de octubre de 1892, a 18 años de la fundación de Mar del Plata, y frente a la necesidad de contar con una Iglesia más grande que la Capilla Santa Cecilia, se forma la Comisión encargada de recolectar los fondos necesarios para levantar un templo acorde con el desarrollo de Mar del Plata.
La Comisión es integrada por: Presidenta: María Luro de Chevalier; Vicepresidenta: Casiana Luro de Rouaix; Tesorera: Josefa Uriburu de Girondo; Secretaria: Mercedes Amadeo; Vocales: Carolina Lagos de Pellegrini, Juana Leloir de Molina, Matilde Martínez de Peralta Ramos, Petrona Heguilor de Imaz, Clara Loloir de Demarchi, Isabel Elortondo de Martínez de Hoz, J. Fernández de F. Vaz y Petrona U. De Fernández.
Una vez formada esta Comisión de Señoras, se envía al gobierno de la ciudad una nota manifestando el deseo de construir una Iglesia más grande para la ciudad. El 16 de noviembre de 1892, el jefe comunal Sr. Clemente Cayrol envía una nota a la Presidenta en ejercicio señora Casiana Luro de Rouaix dándole cuenta de la aprobación por parte del H. Consejo Deliberante de lo solicitado, «facultando ampliamente a la Comisión de su digna presidencia para que tome a su cargo todos los trabajos necesarios a fin de dotar a este pueblo de un templo digno de la importancia que va adquiriendo…»
Luego de esta aprobación, es nombrada la subcomisión de vigilancia de la obra, integrada por Jacinto Peralta Ramos, Girondo y Rouaix, haciéndose cargo de los planos y de la construcción el ingeniero Pedro Benoit.
Durante todo 1892 las distinguidas damas se dedicaron con tesón a colectar los fondos y en la temporada siguiente, el 18 de enero de 1893 tuvo lugar la bendición y colocación de la primera piedra en la plaza Colón (hoy plaza San Martín). Este hecho tan esperado por la comunidad hizo que el mismo jefe comunal emitiera un decreto declarando feriado municipal a ese 18 de enero. La colocación de la piedra básica de la Iglesia de San Pedro dio lugar a una ceremonia de brillantes contornos, presenciada por la población y la colonia veraniega. Bendecidos los cimientos de la obra ya abiertos y el lugar destinado a la Iglesia, pronunció una conceptuosa alocución el Arzobispo Dr. Aneiros.
La magnífica obra del templo marplatense, estilo gótico con las elegantes líneas geométricas de su torre central, alta y fina aguja rematada en una cruz y las simétricas torres laterales, que dan fisonomía al frente y le imprimen vida de aspiración a las alturas: fuerza y espiritualidad, se ejecutaban sin pausa pero el anhelo de la Comisión de Damas se exteriorizaba en nuevas gestiones para acelerar la terminación del templo, y dotarlo de Casa Parroquial. Es así que, pedido mediante, se consigue por parte del gobierno municipal una subvención mensual para encarar la obra complementaria.
El domingo 28 de febrero de 1897 a las 10 de la mañana, habiendo concluido la construcción del techo del templo, se oficia por primera vez una misa, contando con la presencia de autoridades, la Comisión de Damas, vecinos y veraneantes, y constituyó una explosiva demostración de fervor religioso.La inauguración de la Iglesia San Pedro el 16 de febrero de 1898 para la celebración de las misas de 9 y 10 los domingos y fiestas se dispuso para evitar a las familias la ascensión a la tradicional Capilla de la Loma, pequeña para las exigencias de la época. Años tardó aún el templo antes de tener sus flechas y arbotantes concluidos, no obstante realizarse los trabajos con celeridad.
La Parroquia que venía funcionando en la Capilla Santa Cecilia fue trasladada en el año 1902 a la Iglesia San Pedro, en construcción, por disposición del Obispo de la Diócesis de la Plata Mons. Terrero.
Numerosas donaciones acompañaron el crecimiento de la Iglesia San Pedro, como el piso íntegro de rico mosaico inglés, donado por Arturo Z. Paz y Estanislada Anchorena; el Altar Mayor donado por la familia de Don Pedro Luro; el comulgatorio gótico, en piedra labrada de la localidad, donado por el Dr. Bernardo de Irigoyen, Goberndor de la prov. De Buenos Aires y el órgano, construido en Italia, costeado por suscripción de fieles.
La inauguración total del templo tuvo lugar el 12 de febrero de 1905, realizándose los cultos presididos por Mons. Dr. Juan Terrero, Obispo de La Plata. La primera misa oficiada en el Altar Mayor después de su inauguración fue celebrada el jueves 16 de febrero de 1905 en memoria de Don Pedro Luro y su esposa Doña Juana Pradere de Luro, la que estuvo acargo del Obispo de La Plata, Mons. Terrero.
El Cura Vicario Dr. Luis María Fantón desarrollaría luego una intensa labor, disponiendo la construcción de una amplia Sacristía y Casa Parroquial cómoda. También el Bautisterio contiguo a la Sacristía y con comunicación al despacho parroquial. Verdadera joya de buen gusto realizada con una donación de la señora Inés Ortiz Basualdo de Peña.
El templo, compuesto de tres naves, en un espacio de 67 metros de largo por 20 de ancho, abarca una superficie de 1360 metros cuadrados, de los que, descontando los espacios ocupados por las columnas, altares, confesionarios y pórticos, queda una superficie libre de unos 850 metros cuadrados, de cómoda capacidad para 800 personas. Por ésto resulta el templo más grande de la provincia, exceptuando la Catedral de La Plata y la Basílica de Luján.
En la Cripta, ubicada debajo del Altar Mayor, se encuentran depositados los restos de los santos mártires Severo, Máximo, Justino, Donato, Gracia y Epidia, así como otras reliquias, entre ellas, una de Santa Cecilia, todas autenticadas por el Vaticano.
A la derecha de la entrada principal se encuentra la imagen de la Virgen de la Piedad, reproducción fiel de la famosa obra de Miguel Angel.
El 2 de enero de 1924 el Sumo Pontífice Pío XI eleva a nuestro templo parroquial dedicado a Pedro Apóstol y Cecilia, Virgen y Mártir, a la dignidad de Basílica Menor.
El 11 de febrero de 1957 Su Santidad Pío XII crea en nuestro país doce nuevas diócesis: Lomas de Zamora, Morón, San Isidro, Mar del Plata, Santo Domingo de Nueve de julio, Formosa, Reconquista, Posadas, Villa María, Gualeguaychú, Santa Rosa y Comodoro Rivadavia. También, en la misma Bula Pontificia se especifica que «…establecemos la sede de la nueva Diócesis en la ciudad de Mar del Plata y colocamos la cátedra en el templo de Santa Cecilia Virgen, que elevamos al honor de las iglesias catedrales…»
El sábado 18 de febrero de 1961 fue consagrado el nuevo altar eucarístico Mariano, de piedra blanca y granito, que reemplaza al de madera destruido por el fuego el 1 de julio de 1959. Presidió el acto, Mons. Dr. Enrique Rau y ofició la primer misa el Vicario General de la Diócesis, Monseñor Juan José Denicolay.
La Catedral de hoy, Basílica entonces, tiene desde el 20 de enero de 1929, cinco magníficas campanas que simbolizan el grito de la fe, recuerdan nuestros deberes y nos acompañan en las alegrías y en los dolores de la vida. Sus nombres son: Clara (1542 kilos), Ercilia (1245 kilos), Ernestina (2165 kilos), Inés (892 kilos) y Josefina (3075 kilos).