Cumpliendo todos los protocolos de distanciamiento social, los grupos de la parroquia San Andres y sus capillas siguen atendiendo las necesidades de la gente de las distintas zonas. Las voluntarias están construyendo barbijos para las familias que así lo requieran. También se distribuyen bolsones de mercaderías junto con Caritas para asistir a más de 100 familia semanalmente. Se realiza un trabajo de contención a los más necesitados para colaborar con las necesidades, especialmente de los mayores que no pueden salir.
En Miramar estamos #mascomprometidosquenunca