El padre obispo Gabriel bendijo durante la Misa a los abuelos en la 2da Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores que se celebra en toda la Iglesia.

Mons Mestre recordó el lema indicado por el Papa Francisco, «En la vejez todavía darán fruto» (Sal 92, 15). De este modo, la Iglesia quiere ofrecer a los ancianos un proyecto existencial: ser «artífices de la revolución de la ternura».

En consonancia con los festejos de las fiestas patronales de la Parroquia Santa Ana, el obispo bendijo a los abuelos y adultos mayores de la parroquia y todas la capilla, a los distintos grupos que trabajan voluntariamente con los mayores, a los referente de la organizaciones diocesanas de adultos mayores y a los organizadores de la fiesta que disfrutaron durante en la tarde.

 Luego el obispo en su homilía nos ofreció los tradicionales tres puntitos para reflexionar del Domingo 17º durante el año:

1 . Señor, ENSÉÑANOS a orar
2. Insistencia, perseverancia, fidelidad al TIEMPO de oración
3. ¿Dios siempre ESCUCHA nuestra oración…?

Se puede leer la Homilía completa en https://www.obispado-mdp.org.ar/a/domingo-17o-durante-el-ano-ciclo-c-2022/

Fiesta de los abuelos en Santa Ana

Durante la tarde se realizó en los salones en la parroquia Santa Ana la fiesta patronal y las Jornada Mundial de los Adultos Mayores y Abuelos.

El párroco Juan Cruz Mennilli dio la bienvenida a los presentes, luego el diácono Néstor leyó un pasaje bíblico y se refirió a los frutos de la Vejez. Luego saludaron el seminarista Agustín, Mónica de Cáritas y los organizadores presentaron la actividad.

Hubo juegos, reflexiones y mientras se ofreció un té, la peña de Santa Ana realizó muestras de su destreza con bailes típicos.

Mensaje del Papa

La ancianidad a muchos les da miedo. La consideran una especie de enfermedad con la que es mejor no entrar en contacto. Los ancianos no nos conciernen —piensan— y es mejor que estén lo más lejos posible, quizá juntos entre ellos, en instalaciones donde los cuiden y que nos eviten tener que hacernos cargo de sus preocupaciones. Es la “cultura del descarte”, esa mentalidad que, mientras nos hace sentir diferentes de los más débiles y ajenos a sus fragilidades, autoriza a imaginar caminos separados entre “nosotros” y “ellos”. Pero, en realidad, una larga vida —así enseña la Escritura— es una bendición, y los ancianos no son parias de los que hay que tomar distancia, sino signos vivientes de la bondad de Dios que concede vida en abundancia. ¡Bendita la casa que cuida a un anciano! ¡Bendita la familia que honra a sus abuelos!

LEER EL MENSAJE COMPLETO DEL PAPA FRANCISCO

Fotos Sandra Lopez