El domingo 12 de octubre, la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar en Sierra de los Padres celebró sus patronales con una emotiva eucaristía presidida por Mons. Ernesto Giobando y concelebrada por el párroco, presbítero Fabián Yanes. La celebración contó con la participación de numerosos fieles y con la alegría de varios adultos de la comunidad que recibieron los sacramentos de iniciación cristiana.

En su homilía, monseñor Giobando se inspiró en el Evangelio del día, que relata la curación de los diez leprosos. Señaló cómo, en tiempos antiguos, las enfermedades aislaban a las personas de la sociedad: “Los leprosos no podían formar parte de la comunidad. Por eso vivían apartados y se unían entre ellos para sobrellevar la total miseria en la que estaban. En la religión judía, los leprosos estaban excluidos y se los llamaba impuros. Tenían una impureza por su enfermedad.”

El obispo recordó que Jesús, además de curarlos, los purifica y los envía al templo para presentarse ante los sacerdotes: “Cuando iban para el templo, uno de ellos detuvo el camino, como diciendo ‘Estoy curado, tengo que ir al templo’. Pero se volvió a donde estaba Jesús y nos dice el Evangelio que, alabando a Dios en voz alta, se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra dándole gracias. Miren qué actitud tan religiosa de este hombre, que estaba excluido de la comunidad.”

Mons. Giobando reflexionó sobre la importancia de la gratitud y al comentar las palabras del Señor “¿Solo este hombre, un extranjero samaritano, volvió para dar gracias? ¿Dónde están los otros nueve?”, afirmó que “ahí es donde nos tenemos que ubicar: en los que volvemos para dar gracias al Señor y establecemos con Él un vínculo de amistad y de gratitud.”

El obispo también destacó la necesidad de educar la gratitud desde la infancia y la importancia de poner a Dios en el centro de nuestro corazón: “Tenemos que ser agradecidos, aprender lo que es la acción de gracias, porque eso nos da una profunda alegría. No ponemos el nido en nuestro corazón, sino que dejamos que Dios esté allí.”

Haciendo referencia a la Virgen del Pilar, patrona de la parroquia, Mons. Giobando recordó la historia de la evangelización: “Celebramos esta fiesta tan linda de la Virgen del Pilar. Así como la Virgen nos acompañó desde la primera evangelización de estas tierras, queremos sostenernos en Jesús y ser agradecidos en Él. Que la Virgen nos enseñe a dar gracias y a llevar a Jesús en nuestro corazón.”

Finalmente, el Obispo animó a los fieles que recibieron los sacramentos a vivir su fe con fidelidad: “Ustedes van a recibir el don de este sacramento de la Confirmación, donde el Espíritu Santo, derramado sobre la Iglesia en Pentecostés, vuelve a ser derramado en su corazón. Sean fieles, sean buenos cristianos. Al recibir a Jesús en la Eucaristía, piensen también en María, que llevó en su seno a Jesús. Que ella nos dé fortaleza y podamos apoyarnos en ese pilar que es su Hijo.”