Marita Arias, de la parroquia San Francisco de Asís e integrante de la Mesa de la Pastoral del Basural, nos propone reflexionar sobre la importancia que SAN FRANCISO DE ASIS tiene en la encílica, y lo hace dentro del ciclo «Sabemos que las cosas pueden cambiar» de la diocesis de Mar del Plata.
En Laudato Si, el Papa cita de manera especial a la figura de san Francisco de Asís en diez números, además del título de la encíclica que alude al Cántico de las Creaturas. Digamos algo de cada uno de ellos con brevedad:
No 1: se abre el texto por el título y alusión a Cánt 9, la tierra, nuestra casa común, como hermana y madre.
Nos 10-12: Hace un bosquejo espiritual de la persona de Francisco como hombre ecológico total. En estos números nos detendremos.
No 66: Entiende a Francisco como un restaurador de la “armonía” primitiva rota, la vuelta a la “inocencia primera.
No 87: Cita el Cántico de las Criaturas como modelo eximio de alabanza al Señor.
No 91: Alude a Cánt 10a, aunque no pegue mucho con el contexto del número (la defensa de lo humano como realidad primordial).
No 125: Cita de pasada aludiendo a su “admiración contemplativa”.
No 218: Cita de pasada dentro del tema de la “conversión ecológica” que demanda una “sana relación con lo creado”.
No 221: Cita también de pasada y, de nuevo, dentro de la “conversión ecológica” aludiendo a la “sublime fraternidad con todo lo creado” de san Francisco.
Es decir, para el conjunto del texto es evidente que el Papa quiere proponer a Francisco de Asís como modelo para la ecología cristiana. El hecho de que las citas estén sembradas a lo largo de todo el documento así lo indica.
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