Este domingo, en la Catedral de Mar del Plata, monseñor Ernesto Giobando SJ presidió la celebración de la Jornada Mundial de los Pobres, en el contexto del Año Jubilar de la Esperanza.

En su homilía, el Obispo destacó la presencia viva del Señor en medio de su pueblo. “Dios viene a nosotros también en lo cotidiano”, afirmó, invitando a reconocer esa cercanía especialmente en el encuentro con quienes sufren. “El Señor se hace presente en el rostro del pobre”, expresó, subrayando que esa presencia interpela a la comunidad a una escucha atenta y a una mirada más compasiva.

A lo largo de la celebración, monseñor Giobando retomó palabras del Papa León XIV, citando pasajes de su Mensaje para la IX Jornada Mundial de los Pobres (13 de junio de 2025). Recordó, entre ellas, que el Pontífice señala que “los pobres no son una distracción para la Iglesia, sino los hermanos y hermanas más amados”, y también que “ayudar al pobre es, antes que nada, una cuestión de justicia”.

El Obispo volvió a citar al Papa cuando éste advierte que “la pobreza más grave es no conocer a Dios”, y cuando subraya que las comunidades están llamadas a ofrecer signos concretos de esperanza mediante “casas-familia, albergues, comedores, centros de escucha y escuelas populares”.

Mons. Giobando invitó a la diócesis a vivir esta jornada como un llamado a renovar la sensibilidad y la responsabilidad hacia los más frágiles. “No podemos acostumbrarnos a la pobreza”, afirmó, y animó a que cada gesto de caridad se viva como respuesta al Evangelio y signo de una esperanza que se construye con obras.