Domingo 26 de diciembre de 2021: Fiesta de la Sagrada Familia
Primera lectura: 1Sam 1,20-22.24-28 | Salmo: Sal 83,2-3.5-6.9-10| Segunda lectura: 1Jn 3,1-2.21-24| Evangelio: Lc 2,41-52
Como todos los años, el Domingo siguiente a la celebración de la Navidad, la Liturgia de la Iglesia nos regala la Fiesta de la Sagrada Familia. Jesús no solo se hace carne, se hace ser humano sino que también asume todas las consecuencias de la encarnación, creciendo y desarrollándose en el seno de una familia, la Sagrada Familia de Nazaret: Jesús, María y José.
A la luz de los textos bíblicos de este Ciclo C que estamos comenzando propongo tres puntos para nuestra meditación sintetizados en tres palabras: DESENCUENTROS, PRIMERA, CONSAGRA.
- Una familia con DESENCUENTROS y situaciones de crisis
- La familia PRIMERA escuela del amor
- Una familia que CONSAGRA todo al Señor

- Una familia con DESENCUENTROS y situaciones de crisis
Muchas veces sentimos a la Sagrada Familia un poco lejos de la realidad de nuestras familias… Jesús es Dios, María santa inmaculada y José es santo… Nuestras familias distan mucho de vivir la santidad de esta familia. Sin embargo, el texto evangélico que hoy compartimos, el Niño Jesús perdido y hallado en el Templo, relato que solo Lucas nos cuenta, nos presenta una situación que puede acercar la realidad de la Sagrada Familia a las nuestras. La clave puede verse reflejada en las palabras DESENCUENTRO y crisis. En el seno de la Familia Santa de Nazaret se da una situación de DESENCUENTRO, no pecaminoso, pero DESENCUENTRO al fin. Hay una suerte de crisis en la vida interior de la Sagrada Familia que tiene que ver con la misión de Jesús y las expectativas de María y José. ¡Qué hermoso el realismo que nos transmite esta Palabra! Los DESENCUENTROS son parte de la vida familiar. No hay familia, no hay vida sin DESENCUENTROS. Es cuestión de aceptarlos y tratar de que no sean fruto de nuestros pecados, rencores y egoísmos. El resultado final en la Sagrada Familia, de María y José luego del DESENCUENTRO, será aceptar la misteriosa voluntad de Dios sobre Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre.
¿Cuáles son los DESENCUENTROS de mi familia hoy? ¿Cuáles tienen que ver con la dinámica propia del crecimiento de la vida y cuáles están asociados al pecado, al rencor o el egoísmo? ¿Qué tipo de crisis he pasado o estoy pasando en mi vida de familia? ¿Qué tipo de conflictos vinculares han provocado los DESENCUENTROS en mi familia? En medio de los DESENCUENTROS: ¿busco la voluntad de Dios?; ¿intento cumplir sus designios para la vida de mi familia?
2. La familia PRIMERA escuela del amor
La segunda lectura nos da la clave de lo que nos pide la oración colecta de la Misa: buscar imitar en nuestros hogares las mismas virtudes de la Sagrada Familia. ¿Cómo lo hacemos? Viviendo el mandamiento del amor: amarnos los unos a los otros como Él nos ama. La familia es el PRIMER lugar donde se aprende el amor, donde se experimenta el amor. No en un sentido teórico sino en un sentido profundamente existencial: amando y dejándose amar, cada día, en cada circunstancia. La pedagogía del amor familiar implica ejercitarse en dar y recibir amor. Como la familia de Nazaret, cada familia debe ser PRIMERA escuela de amor para que así cada uno de sus miembros pueda ser fermento de ese amor en medio de la vida, la comunidad, el ambiente, la sociedad y el mundo. En esta fiesta somos invitados a renovar los vínculos de amor de cada una de nuestras familias.
Mi vida de familia: ¿es PRIMERA escuela de amor para todos sus miembros? ¿Qué puedo hacer para que mi familia crezca en la vivencia del amor de Cristo? En medio de la realidad de mi familia: ¿busco que el amor sea el centro, lo PRIMERO…?;¿amo a todos sus integrantes más allá de las diferencias?, ¿me dejo amar por los demás?
3. Una familia que CONSAGRA todo al Señor
Ana, en la primera lectura, CONSAGRA y ofrece su hijo Samuel al Señor. Hoy podemos imitar en nuestras familias esta actitud de CONSAGRAR y ofrecer todo a Dios. En circunstancias diversas para nosotros hoy el valor es el mismo: desde nuestra experiencia de oración personal y en familia entregar, CONSAGRAR todo al Señor. Lo bueno y lo malo, lo fácil y lo complicado, lo gozoso y lo doloroso, lo luminoso y las tinieblas… Sobre todo cuando tocamos el límite de lo humano y de nuestro esfuerzo, saber y ejercitar la actitud de Ana que CONSAGRA y entrega todo al Señor. La lectura termina diciendo que “se postraron delante el Señor”. Esa es una auténtica y fecunda oración familiar de Ana y su marido con el sacerdote Elí que CONSAGRAN a Dios todo. Esta vida de oración familiar quedó consagrada por esa hermosa frase que nos regaló San Juan Pablo II el 26 de octubre de 1997: La familia que reza unida, permanece unida.
Mirando mi familia: ¿le ofrezco todo al Señor? ¿Le entrego todas las vivencias… las más positivas… las más negativas? ¿Soy capaz de CONSAGRAR cada momento familiar? ¿Busco tener oración familiar? ¿Motivo a orar junto a mis familiares aunque sea en momentos breves pero intensos? ¿Qué implica para mí hoy la hermosa frase de San Juan Pablo II: “La familia que reza unida, permanece unida”?
+Mons. Gabriel Mestre
Obispo de Mar del Plata
Argentina
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