Este domingo 29 la comunidad de la Parroquia Sagrada Familia celebró su Fiesta Patronal. En el día en que la Iglesia celebra a la familia de Nazaret, la comunidad del Puerto vivió una emotiva celebración en el año del centenario de la Parroquia y el Colegio, que fue presidida por el administrador apostólico y obispo electo de Mar del Plata, monseñor Ernesto Giobando sj.
En ese marco, se procedió a enterrar junto a la imagen su fundador San Luis Orione, una cápsula del tiempo que contiene los textos del himno y la oración del centenario, elementos, fotos e imágenes de las actividades educativas y de los distintos grupos y movimientos de la parroquia, así como también de las de celebraciones y festejos desarrollados durante el año, y dos pergaminos firmados por autoridades eclesiales y escolares, por miembros de la comunidad educativa y pastoral, y por nuestro Administrador Apostólico.
En su homilía, monseñor Giobando destacó que “el Evangelio nos muestra que Jesús está tomando conciencia de que Él tiene un camino que realizar, que tiene que cumplir la voluntad de Dios. Y esa angustia de María se va a transformar después en el dolor de María a pie de la cruz. ¿Por qué? Porque ella lo acompañó a su hijo hasta el final.” Y explicó que “también en el Evangelio de hoy aparece algo que es muy importante en la vida: el abandono del nido. A veces los papás no quieren, pero la sobreprotección no ayuda. Ayuda que crezcamos. Ayuda que en un momento dado, evidentemente, nos tengamos que ir del ‘nido’ a construir la propia familia.”
Y prosiguió “el Papa Francisco ha comenzado este año junto con toda la Iglesia, el año santo, jubilar, el año de la esperanza. Y nos propone un desafío a la esperanza. Se pregunta ‘¿cuántos jóvenes deciden no tener hijos?’ Muchos dicen ‘es que a mí es más fácil tener tres mascotas, son encantadoras, las llenamos de besos, no nos van a hacer ningún problema mientras les demos de comer. Y a veces los hijos no reaccionan de la misma manera.’ Entonces el Papa nos dice ‘apuesten los jóvenes a tener un hijo, porque si no hay hijos ¿cómo vamos a seguir? También Dios es familia, y la Iglesia es una familia. Todo lo que deseamos vivir está en la familia.
“Hace 100 años sus abuelos o sus padres vinieron a este lugar, se quedaron aquí, y formaron una pequeña Italia. Todo lo que se vive en el puerto de Mar del Plata no es algo romántico, no. Es algo de otro tipo, es real. El puerto es el corazón de esta ciudad. Por lo tanto, que este corazón siga siendo una familia y que esta familia sea generosa”, finalizó.