La pesca milagrosa: un verdadero proyecto de vida con Jesús – Mensaje Vocacional 2022 del padre obispo Gabriel Mestre.

Hermanas y hermanos; queridos jóvenes: Las lecturas bíblicas de este fin de semana nos presentan tres grandes testigos de la fe en la Sagrada Escritura: Isaías, Pablo y Pedro. En los relatos, los tres nos revelan algo de su camino vocacional. Es bueno que hagamos Lectio Divina con los textos sagrados y dejemos que Dios nos hable. La Biblia hace espejo de nuestra vida hoy para seguir creciendo y madurando, con la audacia del Espíritu, en la vivencia, transmisión y compromiso de la fe de cara a la realización de nuestro Primer Sínodo Diocesano.

En este Mensaje Vocacional 2022 me voy a concentrar en el Evangelio con su alto contenido vocacional de seguimiento de Cristo para que la experiencia de Pedro y sus compañeros nos ilumine y nos aliente. Propongo tres puntos para meditar sintetizados en tres palabras: PROFUNDIDAD, PALABRA, MISIÓN.

PROFUNDIDAD

Aunque no seamos especialistas en cuestiones marinas y oceánicas, podemos captar e intuir que adentrarse en el mar, navegar mar adentro, implica ganar en PROFUNDIDAD. A medida que nos alejamos de la costa las aguas se vuelven más PROFUNDAS. Esta metáfora, esta imagen nos puede estimular para que realmente ganemos PROFUNDIDAD en la totalidad de nuestra vida. Ser PROFUNDOS nos hace bien porque nos permite encontrarnos con Dios, con nosotros mismos y con nuestros hermanos. La PROFUNDIDAD nos libra de dos tentaciones de nuestro tiempo: la superficialidad y la mediocridad. La superficialidad nos hace quedarnos solo en lo exterior, en la careteada que no busca PROFUNDIZAR en las situaciones. Nos sentimos más cómodos en la cáscara de las cosas y nos cuesta ir a lo PROFUNDO en los vínculos, en los discernimientos y en las decisiones de nuestra vida. La mediocridad no nos permite abrirnos a la audacia del Espíritu y ser realmente PROFUNDOS. Muchas veces criticamos con fundamento la mediocridad que nos rodea y, terminamos nosotros mismos contagiados y siendo parte de esa mediocridad ambiental.

Estamos invitados a asumir el programa de Jesús que nos dice que naveguemos mar adentro en nuestra vida e historia. Es decir, siempre ganar PROFUNDIDAD en las realidades que tenemos que afrontar: lo bueno y lo malo, lo gozoso y lo doloroso… Navegar, no escapar, buscar PROFUNDIDAD y rechazar toda tentación de superficialidad y mediocridad. ¡En la PROFUNDIDAD de nuestra vida realmente nos vamos a encontrar con el Señor!

1. ¿Dónde deberé ganar en PROFUNDIDAD en mi vida hoy para encontrarme con Dios?
2. ¿Busco PROFUNDIDAD en el diálogo, en los vínculos, en mis relaciones habituales en mi familia, amigos y ambientes?
3. ¿Qué situaciones de tentación de superficialidad y mediocridad tendré que superar?
4. ¿Qué es lo que más me molesta de la superficialidad de mi ambiente?
5. ¿Me dejo contagiar por la mediocridad de la cultura dominante en mi entorno?
6. ¿Busco tener un PROFUNDO y verdadero proyecto de vida acorde a mi edad y situación?

¡Qué con Pedro y sus compañeros hoy y siempre ganemos en PROFUNDIDAD en todos los ámbitos de nuestra vida para encontrarnos con Dios!

PALABRA

Pedro confía en la PALABRA de Jesús. Contra todo cálculo humano, que por experiencia sostenía que si durante la noche no había pique menos lo iba a haber en la mañana, Pedro hace caso a Jesús y apuesta por su PALABRA. La frase de Pedro es contundente, literalmente en la lengua griega del Nuevo Testamento dice: “en tu PALABRA echaré las redes” (Lc 5,5). Somos invitados con Pedro y como Pedro a confiar en la PALABRA de Jesús. Cristo y su PALABRA de vida para nosotros son un verdadero camino vocacional en nuestro tiempo hoy. Es la seguridad del Dios que es PALABRA y su PALABRA de vida lo que nos permite navegar mar adentro para ganar en profundidad. Su PALABRA nos permite ser hombres y mujeres de fe y confianza en medio de la inestabilidad de la vida y la historia. PALABRA que supera todo cálculo humano y nos abre a un proyecto de vida audaz donde los milagros cotidianos de Jesús van a estar presentes para sostenernos y darle consistencia a nuestra existencia.

7. ¿Confío en la PALABRA de Jesús para mi vida hoy?
8. ¿Qué me está diciendo la PALABRA de Jesús en este momento de mi historia?
9. En mi discernimiento vocacional y/o en mis discernimientos cotidianos: ¿Me quedo solo en el “cálculo humano” o busco sinceramente hacer pie en la PALABRA de vida que siempre me ofrece el Señor?
10. ¿Echo las redes en la PALABRA de Jesús y confío en su programa para mí y para mi entorno?
11. ¿Acepto que para Dios nada es imposible?
12. ¿Descubro que, incluso cuando todo pareciera estar perdido, Dios puede hacer ese “milagro cotidiano” que da un sentido nuevo a la vida?

¡Qué, como Pedro y sus compañeros, realmente confiemos en la PALABRA de Jesús y ella sea siempre seguridad y solidez para nuestro proyecto de vida!

MISIÓN

En el relato evangélico percibimos la conversión y renovación en la vida de Pedro. Este cambio se ve ratificado por el compromiso que le hace asumir el Señor de cara a la MISIÓN: “No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres” (Lc 5,10). Esta metáfora no debe ser entendida en clave de proselitismo, es decir con la intención de ganar partidarios o adeptos para la Iglesia, sino en perspectiva de MISIÓN evangelizadora: dar a conocer a los demás lo mucho de bien que Cristo nos hace. Esa es la verdadera MISIÓN: poder proclamar con las palabras y con las obras que Jesús realmente nos ama y quiere lo mejor para cada uno en cualquier circunstancia de vida que se encuentre. Ser MISIONEROS es dejarse transformar por el Señor como Pedro y salir de sí a contagiar a los demás la alegría de estar cerca de Jesús y su Palabra. En nuestro camino sinodal, y en las puertas de la celebración del Primer Sínodo Diocesano, queremos ser realmente MISIONEROS en una evangelización y catequesis renovadas según el designio de Dios.
13. ¿Descubro que mi vida y vocación es, por sobre todas las cosas, MISIÓN?
14. ¿Soy MISIONERO en mis ambientes cotidianos?
15. ¿De qué forma… con qué actitud?
16. Sea cual sea mi proyecto de vida: ¿Soy consciente que la MISIÓN es algo esencial y que no se puede negociar?
17. ¿Cuáles han sido mis mejores experiencias de MISIÓN?
18. De ahora en adelante y a la luz de este Evangelio: ¿Qué puedo hacer para crecer en auténtico espíritu MISIONERO en todos los ámbitos de mi vida?

¡Qué a imagen de Pedro, seamos MISIONEROS audaces de la Palabra de Vida que Jesús nos trae, para siempre anunciarla con alegría a todas las personas que el mismo Dios pone en el horizonte de nuestra existencia!

 Hermanas y hermanos, queridos jóvenes: La vocación cristiana es abrirse constantemente a Jesús, a su Palabra de vida y a los milagros cotidianos que Él sigue realizando hoy. Que en esta semana vocacional del verano 2022, preparándonos para la realización de nuestro Primer Sínodo Diocesano, podamos renovar nuestra vocación común bautismal en el encuentro gozoso con Cristo y en el anuncio alegre de su Palabra en la evangelización y en la catequesis. Para los que aún no han definido su camino vocacional, pedimos a Dios que puedan abrir sus corazones para escuchar el sueño, el proyecto de plenitud que Jesús tiene para cada uno siempre al servicio de los hermanos.

¡Que la intercesión de María, de Pedro y del profeta Isaías nos acompañe siempre! Con mi afecto y bendición de padre, hermano y amigo.

+ Mons. Gabriel Mestre Obispo de Mar del Plata Argentina

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