Domingo 3º de Cuaresma Ciclo A – 12 de marzo de 2023
Primera lectura: Éx 17,1-7 | Salmo: Sal 94,1-2.6-9 | Segunda lectura: Rom 5,1-2.5-8 | Evangelio: Jn 4,5-42 (o bien, más breve: Jn 4,5-15.19b-26.39a.40-42)

Este domingo la lectura Evangélica nos pone en contacto con el encuentro de Jesús con la Samaritana. Varios temas se entretejen en el diálogo que se genera y en las acciones que se describen. Son variados los puntos de meditación que podríamos tomar de este texto claramente catecumental donde Cristo se manifiesta como Agua de Vida. Tomo la forma breve del texto y me concentro en tres aspectos a la luz de tres palabras: SED, AGUA y DIÁLOGO.

1. La realidad humana de “experimentar SED”
2. Jesús se revela como AGUA de Vida
3. Dejarse llevar por Jesús en el DIÁLOGO de la salvación

1. La realidad humana de “experimentar SED”

El relato nos pone en contacto con la SED de Jesús y la SED de la Samaritana, ambos se acercan al pozo para poder beber agua. Todos nosotros experimentamos la realidad de tener SED. La deshidratación es un riesgo grave y sabemos que sin agua el ser humano no puede vivir mucho tiempo. Partiendo de esta experiencia fisiológica, que nos lleva al deseo de beber agua o líquido, preguntémonos qué tipo de SED experimentamos en nuestra vida. Mirando a Jesús, mirando a la Samaritana… interrogarnos sobre la SED más profunda de nuestro corazón y pensar en los “pozos de Jacob” actuales donde buscamos saciarnos. Muchas veces esos “pozos” no satisfacen nuestros deseos más profundos. Los pozos del poder, de la superficialidad, del consumismo, de la mediocridad, del individualismo, de la vanidad nunca sacian el corazón.

¿De qué tengo SED hoy? ¿Qué deseo, qué anhelo, qué necesito…? ¿Tengo SED de verdad, de evangelio, de justicia, de misericordia, de darle sentido a mi vida…? ¿Tengo realmente SED de Dios? ¿Deseo algo de esto hoy…? ¿Aparecen también deseos negativos…? ¿Tengo SED de venganza, de odio, de resentimiento…? ¿Cuáles son los deseos más profundos de mi corazón? ¿En qué “pozos” estoy buscando saciarme…? ¿Son realmente “efectivos”? ¿Logran serenar las búsquedas de mi corazón o son “pozos secos”, vacíos de agua…?

2. Jesús se revela como AGUA de Vida

El AGUA cotidiana sacia momentáneamente nuestra sed. Luego de un tiempo hay que volver a tomar para ser saciados. Con Jesús no ocurre así. Él es el AGUA de Vida que sacia totalmente el corazón del ser humano hasta tal punto que nunca más volverá a tener sed. Jesús como AGUA de Vida no solo viene a saciarnos sino que también purifica nuestra experiencia de sed marcada por el mal y el pecado con la fuerza de un manantial que brota hasta la Vida Eterna. Tengamos presente en nuestra Diócesis de Mar del Plata en este año 2023, la renovación bautismal y el signo del AGUA bendita que queremos tener presente para nuestro servicio evangelizador. Para cada gesto misionero que hagamos en nuestras comunidades recordemos siempre que Jesús es AGUA de Vida totalmente apetecible y a la medida de los anhelos más profundos del corazón de la humanidad.

¿Dejo que Jesús sea para mí realmente AGUA de Vida? ¿Permito que sacie mi sed de infinito, de Vida Eterna? ¿Dejo que su presencia como AGUA de Vida purifique los deseos impuros de mi corazón? En este tiempo de cuaresma 2023: ¿Busco que la vivencia de la Eucaristía, la Reconciliación, la oración y las prácticas penitenciales sean realmente encuentro con el Señor AGUA de Vida?

3. Dejarse llevar por Jesús en el DIÁLOGO de la salvación

Todo el relato es un largo DIÁLOGO donde Jesús va llevando a la Samaritana desde su realidad de pecado a la Vida Nueva del Evangelio. De forma paciente pero constante, progresiva pero sostenida, la pedagogía del Señor hace convertir el corazón de esta mujer. El Señor inicia un DIÁLOGO profundo a través de preguntas y respuestas. Ella misma va dando las señales de su cambio: Pasa de ver en Jesús primero solo un hombre judío, luego un profeta y finalmente el Mesías y Salvador del mundo. La Samaritana se dejó llevar por Jesús en el DIÁLOGO de la salvación. Pasa de una adoración terrena y atada a cuestiones secundarias, a una adoración al Dios de la Vida “en espíritu y verdad”. Jesús infunde en ella el don de la fe y enciende en ella el fuego de su amor divino, como dice el prefacio de la Misa de este día. Este DIÁLOGO de Jesús con la Samaritana es el del Señor con cada uno de nosotros y, es modelo de DIÁLOGO con los hermanos en todos los ámbitos vinculares de la vida.

¿Me dejo llevar por Jesús en este camino de DIÁLOGO? ¿Dejo que paciente y progresivamente me lleve por el camino de la salvación? ¿Dejo que me dedique tiempo para convertir mi corazón? Como la Samaritana: ¿DIALOGO con Jesús?; ¿dejo que me “haga preguntas”?; ¿le cuento las realidades de mi vida?; ¿permito que se preocupe por lo que me pasa? ¿Recibo con gratitud el don de la fe? ¿Cuento a los demás que Jesús es el Mesías, el Salvador del mundo? ¿Intento repetir este formato de DIÁLOGO en mis vínculos de la vida cotidiana?

“Si conocieras el don de Dios” (Jn 4,10). La maravilla de la oración se revela precisamente allí, junto al pozo donde vamos a buscar nuestra agua: allí Cristo va al encuentro de todo ser humano, es el primero en buscarnos y el que nos pide de beber. Jesús tiene sed, su petición llega desde las profundidades de Dios que nos desea. La oración, sepámoslo o no, es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de Él (cf. San Agustín, De diversis quaestionibus octoginta tribus 64, 4).

Catecismo de la Iglesia Católica 2560

En la ciudad, lo religioso está mediado por diferentes estilos de vida, por costumbres asociadas a un sentido de lo temporal, de lo territorial y de las relaciones, que difiere del estilo de los habitantes rurales. En sus vidas cotidianas los ciudadanos muchas veces luchan por sobrevivir, y en esas luchas se esconde un sentido profundo de la existencia que suele entrañar también un hondo sentido religioso. Necesitamos contemplarlo para lograr un diálogo como el que el Señor desarrolló con la Samaritana, junto al pozo, donde ella buscaba saciar su sed (cf. Jn 4,7-26).

Papa Francisco, Evangelii Gaudium 72

+Mons. Gabriel Mestre
Obispo de Mar del Plata
Argentina

Descargalo aquí: Domingo 3º de Cuaresma Ciclo A 2023