Digitalización de la revista diocesana de su episcopado.

El 26 de mayo de 1972 Monseñor Eduardo Francisco Pironio (1920-1998) llegó a Mar del Plata para asumir como segundo Obispo de la Diócesis.  Recordando ese acontecimiento, en el marco del avance de la causa de su beatificación, la Comisión Diocesana de Bienes Culturales del Obispado de Mar del Plata, quiere dar a conocer la digitalización de la Revista Diocesana del Obispado de Mar del Plata en los años en que ejerció este ministerio (1972-1975).

El material ya se encuentra a disposición para su consulta web, en el sitio del obispado, sección Institucional/ Boletines Diocesanos Históricos o bien mediante el link https://www.obispado-mdp.org.ar/a/boletines-mons-pironio/

Pironio en Mar del Plata

El hoy Venerable Siervo de Dios, así reconocido por el Papa Francisco en 2022, se hizo cargo de la Diócesis de Mar del Plata en un momento histórico complejo. Asumía con 51 años y una reconocida trayectoria como Rector del Seminario Metropolitano de Buenos Aires, Decano del Instituto de Teología de la Universidad Católica Argentina, Obispo auxiliar de La Plata (1964) y sacerdote conciliar en el Concilio Vaticano II. Como secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), había tenido una gran influencia en la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín (1968), que definió el perfil de la Iglesia latinoamericana después de concilio. Su recorrido pastoral y teológico y su carisma espiritual lo presentaban como digno sucesor de Monseñor Enrique Rau, primer Obispo de la Diócesis. Pironio había nacido en Nueve de Julio, provincia de Buenos Aires, en el seno de una familia muy numerosa. Era el último de 22 hermanos. Le gustaba recordar la fe de su madre en esta apuesta por la vida a pesar del diagnóstico adverso que tuviera luego del nacimiento de su primer hijo. Sin duda este fue un hito en su vida. También el ingreso al Seminario Menor de La Plata o la ordenación en la Basílica de Nuestra Señora de Luján (1943). Su paso por la diócesis fue breve e interrumpido por las obligaciones que le imponía la presidencia del CELAM (1972). Sin embargo, en las homilías y cartas pastorales aparece muy presente y atento a la realidad diocesana. Eran tiempos de esperanza, como decía, pero también de sufrimiento. La lucha política que desembocó en la desaparición y trágica muerte de María del Carmen Maggi, decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica Stella Maris, seguramente fue uno de sus momentos más dolorosos. En ese contexto crítico, su labor en la iglesia universal lo llevó a continuar en Roma como Arzobispo, junto a Pablo VI (1975). Nombrado Cardenal (1976), participó en los cónclaves que llevaron al papado a Juan Pablo I y a San Juan Pablo II. Fue Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Como presidente del Pontificio Consejo para los Laicos impulsó la Jornada Mundial de la Juventud acompañando al Papa en los cinco primeros encuentros desde el de 1987 realizado en Buenos Aires.  A ocho años de su muerte, tras una larga y dolorosa enfermedad, fue declarado Siervo de Dios por el Papa Benedicto XVI (2006).

Su recuerdo en Mar del Plata permaneció vivo a través de sus homilías y escritos profundamente teológicos y esperanzadores, del acompañamiento a los pobres y a los jóvenes, de la sencillez y sonrisa siempre a flor de labios. Mucho después, la curación de un niño que “escapa al orden de las causas naturales”, como dictaminó la comisión médica del Dicasterio para las Causas de los Santos, es atribuida a su intercesión.

Sus homilías, mensajes y exposiciones ante los distintos protagonistas de la vida de la diócesis, así como las actividades de la misma, han quedado registradas en los 15 números de la Revista Diocesana del Obispado de Mar del Plata, a los que ahora puede accederse libremente a través de la página web del Obispado. Con ello la Comisión Diocesana de Bienes Cultuales coordinada por la Mg. Arq. Analía Benítez, completa la segunda etapa del Proyecto de Archivos: Digitalización de Boletines Diocesanos Históricos, iniciado en 2021. Los trabajos cuentan con la orientación de la archivóloga Mg. Miriam Salvatierra y la participación técnica de Patricia Anile.