En el patio del Colegio Don Orione, la comunidad educativa de la “Pequeña Obra de la Divina Providencia” celebró este jueves 16 la fiesta del santo fundador, a veinte años de su canonización. También residentes del Pequeño Cottolengo e integrantes del Hogar de Cristo participaron de la jornada en honor a su Patrono.

Asimismo y aprovechando ese marco, se impuso el nombre de “Beato Eduardo Pironio” al imponente patio de la institución, que ahora luce una imagen del recientemente beatificado cardenal, quien fuera el segundo obispo de la diócesis de Mar del Plata.

El administrador apostólico, monseñor Ernesto Giobando sj., participó del acto y dio un mensaje especialmente dirigido a los alumnos allí presentes. “Así como en las imágenes que presiden este lugar, vemos la sonrisa de San Luis Orione y del Beato Eduardo Pironio, le pedimos a Dios que nos regale siempre la sonrisa del corazón y de la cara, porque sabemos que Él esta siempre con nosotros”, les dijo. Seguidamente impartió la bendición sobre el lugar y roció con agua bendita a los alumnos, mientras cantaban animadamente.

En un momento emotivo de la ceremonia, la madre de Juan Manuel, el niño -hoy adolescente- curado milagrosamente por intercesión del Beato Pironio, compartió su testimonio, a la vez que el propio Juan Manuel conversó con varios alumnos y con monseñor Giobando.

Finalmente, alumnos de los distintos cursos realizaron representaciones acerca de la vida de Don Orione, y con distintas manifestaciones artísticas dieron un colorido especial a una jornada llena de alegría y devoción